Posiblemente , la función de imposición y armado que posee Coredraw,sea una de las funciones más poderosas de CorelDraw, que no poseen otros programas de diseño (Freehand, Illustrator, etc) como de autoedición (Indesign, PegeMaker, Quark XPress). Solo Acrobat con el plugin QuiteImposing se le asemeja. Pero es, al mismo tiempo, una de las funciones menos utilizadas y aprovechadas por los usuarios. Así que trataremos de explicar sus características y utilidades.
En el menú Impresión, Presentación Preliminar nos aparece un menu con cuatro herramientas. La primera no necesita presentación: es el típico puntero de Corel, la misma herramienta Selección del programa. En este caso, solo nos permite mover o llevar a escala manualmente una página, aunque también se puede hacer con cifras exactas en la barra de propiedades.
La cuarta herramienta tampoco necesita explicación: es la típica Lupa, que nos permite ampliar o reducir la visión en pantalla del documento. Son las dos herramientas centrales las que nos interesan. Y aunque es bastante sencillo de entender intuitivamente, repasaremos todas las opciones paso a paso desde el comienzo. Pero para que funcione correctamente, es necesario que la página esté hecha al tamaño real. Es decir, que si colocamos una tarjeta en una hoja A4, el programa considera que el tamaño del trabajo es A4. Si la tarjeta mide 9 cm por 5,5 cm. esas son las medidas que debe tener la hoja, para que las marcas de corte y demás funcionen correctamente. Si el trabajo tiene un fondo que llega al borde, debe hacerse así en el trabajo, aunque conviene que ese fondo exceda del borde de la página al menos unos milímetros (sangría o sangrado) para evitar problemas al refilarlos. No importa el exceso; Corel evita que el fondo de una tarjeta pase a la siguiente. ¿Qué hacer si son varios nombres? una buena opción es crear una nueva capa maestra (Herramientas / Administrador de objetos) y allí colocar los elementos comunes (logotipo, fondo, etc.) y luego crear tantas páginas como nombres o cambios existan. Simplemente, se escriben los nombres en cada pagina. ¿Y si son tarjetas diferentes? No hay problema, pueden estar en archivos separados, incluso algunas pueden tener más páginas que otras o tener una sola página. Lo que sí es importante a tener en cuenta es que tengan el mismo tamaño, ya que si bien Corel igual arma páginas de distintos tamaños, los espacios entre ellas serán diferentes y eso puede causar inconvenientes. En caso de tratarse de más de un archivo, en impresión, seleccionamos “documentos” y marcamos los que correspondan, dentro de la lista de archivos abiertos que allí aparece. Una vez abierto el o los archivos a imprimir, seleccionamos la impresora y el tamaño de papel adecuado, y vamos a la Presentación Preliminar. Esto del orden puede parecer tonto, pero si vamos a la presentación preliminar antes de seleccionar los documentos, en ocasiones no la aplica, y debemos salir nuevamente de la presentación preliminar.
Tomamos la segunda herramienta (Diseño de Imposición), y en la barra de Propiedades, luego de los diseños preestablecidos y guardados por nosotros, se despliega un menú con tres opciones. La primera, que aparece por defecto, es “Editar Configuración Básica”. Un icono en el centro nos permite previsualizar e archivo, pero por defecto está desactivado para acelerar la reconstrucción de pantalla. Luego, elegimos las casillas de “Páginas transversales / abajo” (en el centro de la barra) que es bastante simple de entender: cuántas columnas y cuántas filas elegimos. Pueden cambiarse instantáneamente, sin embargo es necesario tener una precaución: si excede al tamaño del papel, el programa las adapta a página automáticamente, reduciendo su tamaño. Por eso es importante haber seleccionado el tamaño del papel antes. La opción siguiente, “Una o dos caras” no se aplica demasiado al ejemplo propuesto, ya que generalmente las tarjetas se imprimen de un solo lado, pero igualmente es válido. Parece muy obvio que el dorso de las tarjetas situadas a la derecha debe estar ubicado en la página siguiente a la izquierda, pero… cuando son varias tarjetas deja de ser tan obvio. Por ello, la utilidad del armado automático de Corel es magnífica, minimizando al posibilidad de errores. Convendría utilizar la opción de armado más conveniente al comenzar el trabajo, en “Preparar página” (doble click sobre el borde de página), que ya trae diversas opciones predefinidas de armado y la posibilidad de visualizar en pantalla páginas opuestas, por ejemplo. Sin embargo, aun sin elegir ninguna de esas opciones, Corel lo armará correctamente. No obstante, como en armados complejos existen más posibilidades de cometer errores, es recomendable imprimir en papel una prueba antes de enviar el trabajo definitivo. Los “Modos de encuadernación” indican diversos estilos pre-elaborados de armado, en particular para libros y revistas. Pero, a diferencia de otros programas que solo traen opciones predefinidas, Todas las opciones de armado en Corel son personalizables. Y si no coincide con ninguna, la “Encuadernación personalizada” permite un armado a gusto del usuario. Se pueden elegir la cantidad de páginas y el método con absoluta libertad. Volvemos atrás, y elegimos la segunda opción del menú: “Editar ubicaciones de página”. Ella nos permite elegir, con entera libertad, el orden de las páginas a imprimirse. El icono con los gemelos nos ayudará en caso de querer repetir la misma página en toda la hoja el numero se lo podemos cambiar en el menú o directamente sobre la propia página. También una flecha nos permitirá girarla 180º en caso de necesitarlo. Ese girado es muy importante en caso de imprimir doble faz en la misma hora hoja, pie con pie o cabeza con cabeza. En otras palabras, si un trabajo se imprime de ambos lados (frente y dorso) puede armarse en la misma hoja, colocando un lado girado 180º respecto al otro. De esa manera, con solo 4 películas y 4 chapas se imprimen ambos lados, y basta con girar el papel. Tercera opción: “Medianiles y acabado”. Es la que nos permite realizar una o más separaciones para doble corte. Es importante para la imprenta, en casos que el trabajo lleve un fondo, ya que evita que el fondo de una invada a la otra. Si es demasiado pequeña, la guillotina tal vez no pueda cortar correctamente, pero si es demasiado grande quizá se desperdicie papel. Cuatro o cinco milímetros es lo habitual. Si se desea hacer espacios diferentes, se desactiva el icono con el signo de igual. Luego se le indica la separación, y se activan las marcas, tanto para corte (la tijera, que forma lineas de trazo continuo) como para plegado, que forma líneas de trazo punteado, La cuarta opción, “Editar márgenes”, por defecto centra el trabajo en la hoja (automático) pero también nos permite regular con exactitud la posición del trabajo en la hoja a imprimir. Y pasamos a la tercera herramienta: la ubicación de las marcas. Cada icono muestra una opción, que coincide con cada uno de los items de la pestaña “preimpresion”. Información del documento, que puede ir dentro o fuera de la página Numeración automática de hojas impresas (que no es lo mismo que la numeración de páginas que hace Corel a través de los scripts). Las marcas de corte, que van en los vértices de la página (por eso es fundamental definir la página al tamaño real) Las marcas de registro, fundamentales para el impresor, que salen en todos los colores y pueden cambiarse de forma y posición. Y por ultimo, las barras de calibración y densitómetro, igualmente importantes para lograr el color de tinta exacto.
En caso de no tener definida la página exactamente, o necesitar cambiarla por alguna razón o por conveniencia, aún asi CorelDraw permite cambiar la ubicación de las mismas manualmente. Simplemente, basta con desactivar el icono en el extremo izquierdo de la barra, “Ubicación automática…”, o bien simplemente, tomar el borde punteado de color rojo y llevarla manualmente a la ubicación deseada. Sin embargo, es bueno hacer una precisión. Corel brinda una libertad y una capacidad de armado realmente asombrosa. Sin embargo, hay que usarlos con mesura. Los estilos de encuadernación no son caprichosos. En general, responden a experiencia adquirida a través de muchos años, y en algunos aspectos, a través de siglos. Por eso, y a pesar de la extraordinaria libertad que nos brinda CorelDraw, es bueno respetar ciertas normas. Tanto la imprenta -considerada solo en su fase de impresión- como la encuadernación tienen determinadas formas de trabajo, adecuadas para un mejor provecho de su equipo en algunos casos, o para una mejor elaboración en otro. En todo caso, una innovación podría ser desastrosa para el costo o la calidad final del producto; por tal razón, es altamente conveniente asesorarse adecuadamente con la imprenta que va a realizar el trabajo, y en caso de no estar satisfecho, buscar otra opinión. Supongamos el caso de un libro. La imprenta o la encuadernadora pueden preferir armarlo en librillos de 16 páginas, por ejemplo. Por lo tanto, si el libro tiene 160 páginas, serán 10 librillos exactos, pero si tiene 161 o 168 páginas, deberán agregar otro pliego, dejar algunas páginas en blanco o usar un armado diferente. Eso se traduce en costos y plazos diferentes. Que Corel pueda armar de muchas maneras no significa que a la imprenta le convenga. Lo mismo puede decirse respecto al armado de folletos, de tarjetas, o de cualquier trabajo. Es bueno asesorarse con la forma de trabajar de la imprenta, ya que hasta el tamaño del papel puede llegar a ser importante para un correcto aprovechamiento. El tamaño del papel, por ejemplo, es un factor determinante en los costos de impresión y determina en la mayoría de los casos la forma de armar cada trabajo.